LA
METAMORFOSIS Y LA OBRA LITERARIA DE
KAFKA
La
escritura de Kafka, a pesar de no ser
muy extensa, es considerada una de las más influyentes del siglo XX. Kafka
escribió relatos, novelas, cartas y
diarios. Durante su vida, Kafka solo publicó tres colecciones de relatos
breves (Contemplación, El médico rural y Un artista del hambre) y cuatro relatos lagos (La condena, El fogonero, La
metamorfosis y En la colonia
penitenciaria), por lo que su obra pasó prácticamente inadvertida hasta
después de su muerte. Con anterioridad a su fallecimiento, dio instrucciones a
su amigo y albacea Max Brod de que destruyera todos sus manuscritos, pero este
no lo hizo. Tras su muerte se publicaron sus novelas (algunas inconclusas) El desaparecido, El proceso y El castillo, casi un centenar de
relatos, los diarios y centenares de cartas (entre ellas su famosa Carta al padre). Hoy aún prosigue la
búsqueda de los papeles desaparecidos de Kafka (muchos de los cuales fueron
requisados por la Gestapo)
a escala internacional. Todas sus páginas publicadas, excepto varias cartas en
checo dirigidas a Milena, se encuentran escritas en alemán.
Los
escritos de Kafka, expresivos como ninguno de las ansiedades y la alienación
del hombre del siglo XX, pronto despertaron el interés tanto del público
como de la crítica. Su importancia fue tal que se acuñó el término kafkiano para describir situaciones
similares a las que se reflejan en sus obras.
Los
temas de los escritos de Kafka son
recurrentes: el conflicto generacional entre padres e hijos, la imposibilidad
de realizarse como individuo en una sociedad gobernada por el azar y la
relación del hombre con un poder absurdo, anticipo del horror de los
totalitarismos que surgirían poco después en Europa. Kafka nos presenta en sus
escritos un mundo inhumano, que somete, condena y degrada al hombre. Todo ello
convierte al autor en un precursor en la
denuncia de la deshumanización contemporánea.
La metamorfosis (1915)
La
metamorfosis (relato escrito en 1912 y
publicado en 1915) es la más acabada y perfecta obra de Kafka, juzgada por su autor (tan autoexigente con
sus escritos) digna de ser publicada. La obra es –en palabras de Ignacio
Arellano– “una terrible fábula de la incomunicación humana”. La obra narra la
historia de Gregorio Samsa, un
comerciante de telas que vive con su familia, a la que mantiene con su sueldo,
quien un día amanece convertido en una criatura no identificada claramente en
ningún momento, pero que tiende a ser reconocida como una especie de escarabajo
gigante. A partir de ahí la novela relata el camino que sigue el protagonista
desde que toma conciencia de que es un enorme monstruo hasta su muerte. Kafka
nos va presentando, aparte de los pensamientos del protagonista, las reacciones
de los que tiene alrededor (por un lado su familia, compuesta por su padre, su
madre y su hermana; y por otro su jefe, la sirvienta y los huéspedes de la
casa).
La
metamorfosis se divide en tres partes. La primera se centra en la mañana en la
que Gregor descubre su transformación; esta parte finaliza cuando el padre
consigue meterlo en su habitación y sufre por primera vez heridas en su nuevo
cuerpo. La segunda parte se inicia horas después y se centra en torno a la
cotidianeidad de Gregor; termina de la misma manera que la primera: el padre le
lanza manzanas en su afán por volverlo a meter en su habitación y lo hiere de
gravedad. La tercera parte es la del declive de Gregor: en esta ocasión serán
las palabras de su hermana, Grete, las que lo rematan y aceleran su muerte en
soledad.
El
relato destaca por el carácter simbólico
que adquiere lo absurdo cuando falta la explicación lógica en la vida y en el
destino de una persona. El autor parte de un hecho fantástico, la
transformación de una persona en escarabajo, y esta adquiere una dimensión
simbólica y un gran poder sugestivo cuando el cambio es asumido con aparente
tranquilidad por el resto de su familia. El insecto se convierte en un símbolo
de la incomunicación del individuo frente a ese mundo exterior que lo rechaza y
aísla.
En
cuanto al estilo, la obra presenta
una prosa sobria, objetiva, sin adornos, concisa, pero de gran fuerza expresiva
y amarga ironía.
La
obra ha tenido numerosas interpretaciones: entre las más obvias
están las referidas al individuo impotente en manos de una instancia superior,
autoritaria, que lo rechaza por ser diferente. Otros temas son la soledad de
las relaciones rotas y el egoísmo humano. Algunos autores han querido ver
también en esta historia una alegoría de las diversas actitudes que toma el ser
humano ante la enfermedad grave e irreversible y cómo a pesar de todo la vida
continúa.
Ha
habido multitud de estudiosos que han intentado (e intentan) encontrarle
sentido a la obra de Kafka, interpretándola en función de todos los puntos de
vista posibles: filosófico, literario, psicoanalítico, religioso o sociológico.
En cualquier caso, se trata de una de las figuras capitales de la literatura y
la cultura contemporáneas.
Hola, ¡maravillosa nota! La imagen de un hombre convertido en insecto siempre me pareció la alegoría simbólica perfecta para expresar la angustia emocional tan frecuentemente asociada a la experiencia humana.
ResponderEliminarSu trama llamativa marcó un umbral dentro de la literatura, y es una historia con múltiples interpretaciones.
Kakfa logró lo que pocos han logrado: a través de un escrito encontró la manera devolverse infinito...
En mi blog armé justamente un post respecto a este inmortal autor. Te invito a leer mi nota y comentarla!!
http://viajarleyendo451.blogspot.com.ar/2013/10/kafka-o-como-transformarse-en-algo.html
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Luciano.