WERTHER Y LA OBRA LITERARIA DE
GOETHE
Johann Wolfgang Goethe cultivó todos los géneros literarios y
puede decirse que apenas hubo actividad del espíritu y de la ciencia que no
suscitase su atención. Este autor ofrecería su primera muestra de romanticismo
al más puro estilo rousseauniano con su novela Las desventuras del joven Werther
(1774), que se convertiría en la obra emblemática del Romanticismo europeo. En
1787, Goethe corrigió y aumentó esta obra, que había escrito en apenas cuatro
semanas. La novela, de carácter autobiográfico, nos narra a través de una serie
de epístolas que el joven Werther dirige a su amigo Guillermo (Wilhelm) la
propia historia del protagonista, un joven apasionado y sentimental que
abandona su ciudad para retirarse a la soledad de Wahlheim, una tranquila e
idílica aldea donde se dedica a la pintura y a la lectura; será en esta aldea
donde conozca a Carlota, una hermosa muchacha de la que queda absolutamente
prendado. Pero Carlota está prometida con Alberto, un honrado lugareño. El amor
brota del corazón del joven Werther, que se entrega a una rutina de visitas y
anhelos amorosos. La vida del joven discurre, desde entonces, entre la
esperanza de una posible relación con Carlota y la desesperanza ante la imposibilidad
real de dicha relación. Werther intenta enderezar su vida, cambiar de rumbo
alejándose de Carlota, pero sus sentimientos serán más fuertes que su razón. La
noticia de la inminente boda de Alberto y Carlota lo sume en un profundo desasosiego. A través
de sus cartas, el lector aprecia el enamoramiento del protagonista, así como el
aumento de su desesperación por el dolor y el desgarro por este amor imposible
que acabará con el suicidio de este joven, falto de adecuación al mundo que le
rodea, y como manifestación de una frustración existencial que los franceses
denominarían el “mal du siècle”.
Escrita en un tono un tanto
lacrimógeno y dramático, con una prosa trufada de admiraciones e hipérboles,
pero con un sutil análisis de la pasión amorosa y de sus efectos psicológicos, la
novela tuvo una influencia decisiva en la construcción de la sensibilidad
prerromántica. Numerosos jóvenes enfermos de amor imitaron a Werther y se
suicidaron, como manifestación palpable de que a veces la realidad imita al
arte; y muchos adoptaron la moda de los colores azul y amarillo de la
indumentaria de Werther. El éxito del libro superó incluso a La nueva Eloísa de Rousseau, a pesar de que la obra fue duramente criticada
por los moralistas de la época, tanto por lo escandaloso del suicidio como por
el desafío que la obra manifestaba contra las convenciones sociales.
La inspiración del Werther la encontró su autor a mediados
de 1772 cuando, mientras era practicante como abogado en el tribunal de
Wetzlar, se enamoró de Charlotte Buff, la novia y prometida de su colega,
Kestner, y además recibió la noticia del suicidio de un amigo y colega suyo,
que, depresivo por el amor imposible a una mujer casada, se había suicidado disparándose un tiro con una pistola
que había pedido prestada a Kestner.
El Werther de Goethe nace en un momento histórico alemán en el que se
rompe de forma radical con el culto a las reglas y a la razón predominante
hasta ese momento. Se estaba forjando toda una revolución en la lírica, el
drama y la novela. Su aparición en otoño de 1774 supone la finalización en
Alemania de una literatura dependiente de estilos y formas heredadas de
regiones vecinas, de Inglaterra y Francia principalmente.
Además de esta novela, Goethe
publicó otras obras como poeta,
novelista y dramaturgo. En su
obra podemos considerar tres períodos:
a)
Prerromanticismo,
hasta su viaje a Italia: desde 1767 a 1785. La obra más importante de este
período es la novela anteriormente
descrita. En el mismo año en que
publicó Werther (1774), Goethe
publicó un drama, Clavijo, en el que también
se expresa el signo de los nuevos tiempos.
b)
Clasicismo,
tras su viaje a Italia: 1786-1805. Después
de dos años en Italia, Goethe encontró el fondo auténtico de su naturaleza; se
hace clásico y ya no buscará la fuerza, sino la armonía; en Italia escribió Ifigenia en Táuride y, de vuelta a su
patria, Torcuato Tasso, dos tragedias
en verso, de gran pureza formal y con elementos clásicos. También escribe versos
como los de Elegías romanas, una evocación
de Italia, y Epigramas venecianos. De
este momento son también su novela Los
años de aprendizaje de Wilhelm Meister,
obra en la que retrata la sociedad alemana de su tiempo, y el poema épico Hermann y Dorotea.
c)
Simbolismo:
desde 1806 a
1832. De este período son las novelas Las
afinidades electivas, sobre el
tema del matrimonio, el amor y el adulterio, y los Viajes italianos, de carácter autobiográfico. Pero sin duda su
creación más importante es Fausto, su obra cumbre, publicada en
dos partes (1808 y 1832), y en la que tardó casi sesenta años en escribirla. El
pacto del hombre con el diablo (Mefistófeles) a fin de recuperar la juventud y
alcanzar el amor de la joven Margarita, es el tema central de Fausto, convertido en uno de los mitos
de la literatura universal. Su tema no era nuevo, pues Goethe lo tomó de una
leyenda medieval que circuló por todas las literaturas. La segunda parte de la
obra, de tipo simbólico, aunque aparece escrita en forma de diálogo, es casi
irrepresentable. En Fausto, Goehte se
hallaba ya bastante distanciado de la fiebre romántica; Fausto es la
encarnación del hombre moderno, una persona para quien los límites de su
existencia se convierten en opresión, necesitando romperlos para satisfacer sus
ansias de absoluto. En sus ansias para tomarlo todo, Fausto se convierte en
símbolo de la humanidad.
Además de sus obras literarias, Goethe fue autor también de
textos científicos sobre diversos temas, manifiestos, libros de viajes y su
autobiografía, Poesía y verdad. La importancia de la obra de Goethe puede ser
juzgada por la influencia que sus escritos críticos, su poesía, sus dramas y
sus novelas ejercieron sobre los escritores de su época y sobre los movimientos
literarios que él inauguró y de los que fue la figura principal.
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