GUÍA DE LECTURA: SAN MANUEL BUENO, MÁRTIR
EL AUTOR
Y SU OBRA
Nació en Bilbao en 1864 y murió en Salamanca en 1936. Obtuvo la cátedra
de griego en la
Universidad de Salamanca y llegó a ser rector. Mostró su
oposición a la política del general Primo de Ribera, razón por la cual
permaneció desterrado en la isla de Fuerteventura hasta 1930.
La obra de Unamuno abarca todos los géneros. Así, escribe en lírica El Cristo de Velázquez, en la que nos muestra su sentir y su profunda
preocupación religiosa; y en teatro Fedra,
obra de asunto clásico, a partir del cual nos presenta la espiritualidad del
ser humano.
Pero es la narrativa el género en el que destaca Unamuno, especialmente
en la novela y en el ensayo. Los temas que nutren sus obras en prosa son,
generalmente, la preocupación por el ser humano, su inmortalidad y su ansia de
hallar a Dios, camino en el que la razón y la fe entrarán muchas veces en
conflicto. Pero también le interesan el descubrimiento y la valoración de
España y de sus personajes más representativos. Algunas de sus novelas más
célebres son San Manuel Bueno, mártir; La
tía Tula; Niebla; Abel Sánchez…
El ensayo es el género mediante el cual Unamuno puede desarrollar un tema
concreto, aportando juicios y apreciaciones personales; le sirve para
mostrarnos ese afán de lucha interna del ser humano, así como otros temas
relacionados con España. Entre sus ensayos más conocidos, mencionaremos En torno al casticismo, Del sentimiento
trágico de la vida, La agonía del cristianismo y Vida de Don Quijote y Sancho.
Esta novela corta es considerada por no pocos críticos como la más
característica y perfecta dentro de la narrativa del autor. En su prólogo dijo
Unamuno: “Tengo la conciencia de haber puesto en ella todo mi sentimiento
trágico de la vida cotidiana”. Por su fecha (1930), recoge las reflexiones del
Unamuno viejo ante problemas que no habían dejado de atenazarle.
En cuanto a las posibles fuentes, Unamuno se inspira en una novela del
italiano A. Fogazzaro, Il Santo (1905),
pero parece que además de esta hubo otras fuentes. Otros críticos señalan que
la obra sería un inventario completo de todas las ideas de Unamuno ya al final
de su vida.
ARGUMENTO
Ángela Carbanillo escribe la historia de don Manuel Bueno, párroco de su
pueblecito, Valverde de Lucerna. Sin embargo, algunos indicios hacen adivinar a
Ángela que algo lo tortura interiormente.
Un día, vuelve al pueblecito el hermano de Ángela, Lázaro. De ideas
progresistas y anticlericales, comienza por sentir hacia don Manuel una
animadversión que no tardará en trocarse en la admiración más ferviente al
comprobar su vivir abnegado. Será precisamente a Lázaro a quien el sacerdote
confiará su terrible secreto: no tiene fe, no puede creer en Dios, ni en la
resurrección de la carne, pese a su vivísimo anhelo de creer en la eternidad. Y
si finge creer ante sus fieles es por mantener en ellos la paz que da la
creencia en la otra vida, esa esperanza consoladora de que él carece. Lázaro
–que confía el secreto a Ángela-, convencido por la actitud de don Manuel,
abandona sus anhelos progresistas y, fingiendo convertirse, colabora en la
misión del párroco. Y así pasará el tiempo hasta que muere don Manuel, sin
recobrar la fe, pero considerado un santo por todos, y sin que nadie –fuera de
Lázaro y de Ángela— haya penetrado en su íntima tortura.
Más tarde morirá Lázaro. Y Ángela se interrogará acerca de la salvación
de aquellos seres queridos.
TEMAS
·
La novela gira en torno a las grandes obsesiones
unamunianas: la inmortalidad y la fe. El
recuerdo que deja Manuel en el pueblo es inmortal: esta es la única forma de
inmortalidad. Pero se plantean ahora con un enfoque nuevo en él: la alternativa entre una verdad trágica y una
felicidad ilusoria.
·
San Manuel es también la novela de la abnegación y del amor al prójimo.
Paradoja muy unamuniana: es precisamente un hombre sin fe ni esperanza quien se
convierte en ejemplo de caridad.
·
Conflicto
entre realidad (la verdad) y ficción,
entendida esta como sueño.
·
El problema
de la salvación.
·
La
angustia como consecuencia del conocimiento de la verdad.
GÉNERO
En cuanto al género, la novela se puede inscribir en la hagiografía
(obras en las que se cuenta la vida de un santo), ya que Ángela, la narradora,
cuenta los hechos de este cura para beatificarlo. Hay una paradoja en la
novela, ya que se trata de presentar como santo a un cura que le falta el
fundamento: la fe. Toda la novela es una contradicción, ya que se predica una
religión a la que le falta su esencia, la fe. La novela refleja así el espíritu
contradictorio de Unamuno.
TÉCNICA
NARRATIVA
El autor de la novela, Miguel de Unamuno, deja el papel de narrador a uno
de los personajes: Ángela, papel que viene justificado por el género
hagiográfico al que pertenece la novela. Se produce, pues, un desdoblamiento
entre autor y narrador(a). Así, mediante el conocido recurso del “manuscrito
encontrado” (de estirpe cervantina), Unamuno interpone una narradora entre él y
el lector. Esto quiere decir que todo nos llega desde el punto de vista de
Ángela. Así que Unamuno solo queda en el papel de autor-transcriptor: nos
transmite las palabras de Ángela.
ESTRUCTURA
La novela se divide en 25 secuencias sin numeración. Las 24 primeras
secuencias son el relato de Ángela; la última es una especie de epílogo del
autor.
Si atendemos a la estructura interna, cabe distinguir tres partes:
I.
Secuencias 1-8. Son las noticias preliminares sobre
don Manuel, que Ángela nos trasmite de oídas o partiendo de ciertas notas de su
hermano.
II.
Secuencias 9-20. Es el cuerpo central del relato, a
partir del regreso al pueblo de Ángela, primero, y de Lázaro, después. Con
ello, la narración recibe un nuevo impulso que nos lleva hasta el
descubrimiento del secreto del “santo”. Termina esta parte con la muerte del
sacerdote.
III.
Secuencias 21-25. Final del relato de Ángela y
“epílogo” del autor.
SIMBOLISMO
DE LOS PERSONAJES
El nombre de los personajes posee un claro valor simbólico:
-
El de don Manuel coincide con uno de los nombres de
Cristo: Emmanuel, que significa “Dios con nosotros”. Además, en el título de la
obra se acompaña del calificativo de santo, “San Manuel”, puesto que asistimos
al proceso de beatificación. Pero es un santo contradictorio, puesto que no tiene
fe. Para Unamuno, el hecho de que ayudara a todo el mundo bastaba para que
fuese un santo, aunque le faltara la fe. En cuanto al calificativo de “mártir”
se le asigna porque padece una tortura espiritual por el hecho de haber perdido
la fe.
-
Ángela significa “mensajera”, y posee una connotación
de angelical e inocente.
-
En cuanto a Lázaro, él mismo se relaciona
explícitamente con el “resucitado a la vida de la fe”.
Análogo simbolismo se transparenta en los nombres de los lugares:
Valverde de Lucerna, Renada.
Especialmente compleja es la carga simbólica que
adquieren ciertos elementos del paisaje: el nogal, la montaña y, sobre todo, el
lago, que refleja el cielo a la vez que esconde una aldea muerta, que invita
ora a elevarse a lo alto, ora a hundirse fatalmente en él. Como podemos
apreciar, la obrita está llena de sugerencias.
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